Con Rossi en el gabinete, el Frente de Todos arranca la discusión preelectoral
Impulso a la gestión política y restablecimiento del diálogo interno abonan la estrategia, herida por los reveses inflacionarios. Descartan el impacto «territorial».
Por Emerio Agretti
La asunción de Agustín Rossi como jefe de Gabinete supone, a la vez que una fuerte reivindicación e impulso a su figura, la puesta en marcha de una estrategia para intentar potenciar la gestión y fortalecer su impronta política, así como aplacar los ánimos en la interna del Frente de Todos.
El desembarco del ex ministro de Defensa, en otras oportunidades jefe del bloque de diputados nacionales y últimamente titular de la AFI, se produce en momentos en que el gobierno necesita exhibir mejorías en el perfil de gestión y mostrar resultados aceptables para la sociedad: una misión con la que carga Sergio Massa en el Ministerio de Economía, más por cuenta de la coalición que por un sector de ella, y con dificultades para remontar la crisis inflacionaria y el efecto boomerang de los vaivenes de la interna.
Por eso la misión de Rossi aborda la gestión, pero con una fuerte carga política, a diferencia de lo que fue oportunamente la de Juan Manzur (más enfocada en la tarea de gobierno como tal, con sus promocionados y efímeros madrugones) y de lo que es la del propio Massa. Fundamental para las expectativas electorales, pero totalmente despojada de ese elemento en el plano discursivo.
La relación de causa y efecto es clara, tanto en el aspecto de fondo como el operativo: Rossi cubre el lugar que deja libre Manzur, justamente para ir a hacer campaña a Tucumán, pero además lo hace recuperando centralidad, luego del desaire que supuso su desplazamiento en la Cámara para dejarle en su momento el lugar a Máximo Kirchner, y luego del gabinete, por negarse a retirar su candidatura en Santa Fe tras el acuerdo de Omar Perotti con Cristina Kirchner para armar las listas legislativas en las últimas elecciones. Tras la espamentosa retirada de Máximo, hoy la conducción del bloque está en manos de otro santafesino, perteneciente al espacio partidario que lidera Rossi, y él mismo pasa a ser por primera vez jefe de Gabinete.
Sin efecto territorial
Desde fuentes cercanas al rehabilitado funcionario se aseguran de descartar una lectura territorial sobre la ocupación de estos espacios nacionales, considerando el enfrentamiento desatado entre Rossi y Perotti. Discrepancias de fondo que el ahora jefe de gabinete no dejó de marcar, no solamente en la campaña de 2021, sino en la evolución posterior de eventos. Por caso, la negativa de Perotti a militar en favor del juicio político a la Corte o defenestrar el fallo de coparticipación en favor de CABA, que merecieron sonoros y despectivos comentarios de Rossi.
«Una cosa es la gestión nacional y otra totalmente distinta la interna en la provincia», aseguran a El Litoral, enfatizando que el análisis debe despegar ambas dimensiones. De hecho, la Corriente de la Militancia ya tiene prelanzado para la gobernación a Leandro Busatto, en competencia con quien vaya a ser el representante de Perotti, y esto es muy anterior a la actual movida.
Por lo mismo, las fuentes establecen que no habrá interferencias entre la disputa interna provincial y las cuestiones de gestión gubernamental. Habrá que ver como se da, o como lo evalúan los respectivos actores. Pero por lo pronto, esta misma semana, después de crudos cruces verbales con el ministro de Seguridad Aníbal Fernández y polémicas intervenciones públicas de su antecesora en el cargo, Sabina Frederic, Perotti mantuvo un conciliador encuentro con el presidente Alberto Fernández, y el compromiso nacional de asumir la problemática de la violencia narco en Rosario y la provincia. Incluyendo el envío a extraordinarias del demorado proyecto de creación de fiscalías y juzgados federales, ahora también sometido a la dinámica de la confrontación desatada en el parlamento.El perfil dialoguista que le atribuyen a Rossi aplicado a la interna del Frente de Todos bastará también para articular espacios de intercambio con la oposición? Habrá que ver. Pero puertas adentro, su asunción lo encuentra en plena ebullición del debate sobre la definición de candidaturas (mecanismos y nombres propios), como así también el diseño de las estrategias del oficialismo para recomponer vínculos y mejorar las chances electorales.
La mesa política en la que cada uno de los sectores intentará hacer valer sus puntos de vista e intereses ya está montada, mientras Rossi intenta recargar el poder de fuego del gobierno desde el sillón principal del gabinete.