En Avellaneda
Finalizó el concurso de ideas innovadoras “Impulsateens III”
Para participar de este certamen, se inscribieron 196 alumnos agrupados en 45 equipos, provenientes de 14 escuelas de toda la región. De ese total, 18 alcanzaron instancias finales y lograron presentar su proyecto.
Impulsateens nace a partir de otro concurso que tiene la agencia que es Impulsate, que vivió este año su cuarta edición y que premia las ideas innovadoras y está enfocado en los emprendedores.
Al realizarse la primera edición de este concurso en 2020, estaba planteada para mayores de 18 años y participaron dos o tres grupos de escuelas secundarias, porque eran de escuelas técnicas y los chicos ya tenían más de 18 años. A partir de ver el desarrollo que hicieron los chicos y los proyectos que presentaron, pensamos inmediatamente que en el 2021 debíamos armar una edición de Impulsate que sea exclusiva para chicos desde el nivel secundario, y la llamamos Impulsateens.
Este está dirigido a los estudiantes de nivel secundario, desde primer año hasta quinto o sexto de toda la región, pero no está circunscrito solamente a esto, sino que la invitación es general. Ya hay escuelas consultando de otras localidades para la competencia del próximo año. En la edición de 2023, que fue la tercera, participaron 14 escuelas en total de Reconquista, Avellaneda, Guadalupe Norte y la ciudad de Romang.
Acompañaron en esta iniciativa el Gobierno de Santa Fe; Unión Agrícola de Avellaneda, Venelec, Multicel y Librerías Impulso. Mediante estas acciones, el Gobierno de Avellaneda y Agenpia buscan fortalecer su política pública de fomento al emprendedurismo innovador.
Pensar en el diseño
Para saber más sobre los pormenores del concurso, Norte24 dialogó con Luciana Gregoret, coordinadora de Innovación del Gobierno de Avellaneda. “El concurso lo que busca es que los chicos aprendan una metodología ágil que se llama design thinking o pensamiento de diseño, y que vayan cumpliendo etapa por etapa el proceso de esta metodología y lo incorporen como una forma de resolver problemáticas. ¿Por qué nos interesa trabajar con los chicos de nivel secundario una metodología como el design thinking? Porque parte de empatizar, que es la primera de cinco fases, y empatizar lo que busca es entender el problema desde la perspectiva del usuario, entender el problema desde la perspectiva del que tiene un problema. Entonces nos invita a pensar soluciones a partir de detectar problemas reales. ¿Qué ocurre habitualmente? Pasa que, si a mí se me ocurre una idea o sobre algún problema que estoy viviendo yo, nunca me tomo el tiempo de profundizar, de analizar a cuántas personas les pasa lo mismo, o si esto es realmente es un problema… entonces lo primero que propone la metodología es empatizar, salir a la calle, entrevistar, encuestar, observar, conocer a fondo el problema y estar seguros de que lo entendemos bien antes de empezar a pensar en soluciones.
La segunda fase de la metodología se llama definir, una vez que hicimos todo el relevamiento, es redefinir el problema, ahora con el conocimiento que tenemos. La tercera fase es idear y recién allí empezamos a pensar posibles soluciones para ese problema. En la fase siguiente, que es prototipar, lo que hacemos es llevar esas ideas a algo que se pueda ver y tocar, y que podamos usar para salir a encontrarnos de vuelta con esos usuarios, con esos clientes que encontramos en la primera instancia y ver si esta solución que pensamos realmente va a resolver el problema que ellos tenían, como así qué defectos o qué posibilidades de mejora encuentran, y eso lo hacemos con los elementos más económicos que tengamos alrededor. No se trata de hacer prototipos perfectos, sino justamente el prototipo es en sí mismo algo que nos permite visualizar, generar una idea más acabada de lo que estamos desarrollando, pero no tiene que ser por supuesto muy pulido.
Y después en una última instancia que es la de evaluar, que es a partir del feedback y de los comentarios que obtuvimos al exponer nuestro prototipo. Lo que hacen los chicos es entender qué modificaciones hay que hacer al prototipo y tomar las decisiones para generar el producto final que resuelva el problema. De eso se trata la metodología y nos parece una metodología muy interesante para trabajarla en esta edad, donde los chicos están incorporando un montón de herramientas, un montón de conocimientos en diferentes áreas y enseñarles a pensar soluciones a partir de los problemas”.
-¿Y cómo llegan a aplicarse en la realidad estas ideas o soluciones?
Al concurso lo organizamos en conjunto con el Gobierno de Avellaneda más Agenpia, que es la agencia para la promoción de la innovación Avellaneda: una asociación civil público-privada de la cual el gobierno es parte y también son parte y socias otras diez empresas de la región. Lo que hacemos nosotros cada vez que vamos a generar alguna actividad es salir a buscar aliados. Este año Impulsateens tuvo cinco aliados, que fueron Multicel, la Unión Agrícola de Avellaneda, Venelec, librerías Impulso y la Provincia de Santa Fe, a través de un ANR que se gestiona en provincia. Presentamos un proyecto, salimos adjudicados y entonces parte del financiamiento vino de allí. La mayoría de estos aliados no pone dinero en efectivo, sino que pone insumos o cosas, como los premios, el desayuno, los materiales que vamos a usar para el concurso… etc.
-¿Por qué es importante que el gobierno de Avellaneda y el sector privado fomenten la participación de los jóvenes en estas iniciativas?
Porque como gobierno queremos promover el emprendedurismo, como gobierno queremos promover el pensamiento crítico de la resolución de problemas y entendemos que el lugar para empezar a trabajar eso son las escuelas. Es decir, más allá de las acciones que tenemos para cuando ya son mayores de edad, aprovechar el tiempo en que los chicos están en el secundario, para hablar de emprendedurismo, para hablar de proyectos, para enseñarles cómo plantear un problema y pensar soluciones, nos parece estratégico y un valor agregado a lo que ellos aprenden en la escuela. El concurso también es posible porque la escuela, cuando los inscribe, debe permitir a través de su director la participación de los jóvenes y asignarles un tutor. Y ese rol, el del tutor, es un rol muy importante porque es quien los acompaña en el desarrollo del proyecto. Impulsateens este año constó de siete encuentros. Los primeros cinco fueron una fase del design thinking, es decir, el primero fue empatizar, el segundo fue definir, el tercero idear, el cuarto prototipar, el cinco evaluar. El encuentro número seis lo agregamos nosotros, que es comunicar, y allí le enseñamos a hacer un speech y cómo defenderlo, para que puedan presentar este proyecto frente al jurado, pero también para que aprendan a estructurar discursos de presentaciones para otras actividades que puedan hacer. Y el séptimo encuentro, la gran final, que es donde ellos presentan su proyecto frente al jurado.
-¿Cómo se compone ese jurado?
El jurado estuvo integrado en este caso por Valentina Paduán, que es diseñadora industrial y es la experta en la metodología, trabajando en cada uno de los encuentros la metodología con los chicos; junto a Fabián Barbero, que es responsable del área de educación de la municipalidad de Avellaneda; y Pablo Beca, que es desarrollador y es miembro de Agenpia. Ellos tres fueron el jurado. Vale señalar que no se evalúa solamente el resultado, es decir, lo que los chicos presentan el último día… sino que se evalúa todo el proceso. Se evalúa la asistencia, se evalúa que realmente hayan aplicado la metodología, que hayan hecho iteraciones, que hayan podido hacer un desarrollo y aprender que la solución propuesta sea realmente una solución para el problema que identificaron. Y este año, puntualmente, les propusimos a los chicos diseñar o pensar, identificar problemas y armar soluciones en el marco de dos ejes: uno, que es el de economía circular; y el segundo, es el de diseño universal. Cuando iniciamos el concurso, les presentamos estas dos aristas y los chicos podían elegir o empezar a pensar problemáticas en el marco de los dos y después elegir uno al cual se iban a abocar.
-¿Se trata entonces de un proyecto que puede sostenerse a largo plazo, amén de otras coyunturas, solamente con el aporte de la ciudad y las empresas patrocinantes?
El concurso puede perfectamente sostenerse en el tiempo independientemente de cómo vayan las gestiones. En este concurso, si bien recibimos un aporte de provincia, realmente el aporte no es significativo en cuanto al funcionamiento. Podríamos haber hecho el concurso igual sin ese aporte. Por suerte, venimos teniendo una red de aliados que es importante, que crece, que cada vez que salimos a golpear las puertas nos escuchan y nos dan apoyo. Y también creo que el concurso va a ir creciendo en el tiempo. Es decir, el año que viene, la cuarta edición no va a ser igual a esta tercera, va a tener una propuesta distinta. También nosotros, como organizadores, vamos aprendiendo en cada edición qué cosas funcionan, qué cosas no, cómo trabajar. Es complejo trabajar con escuelas que son de diferentes ciudades, porque también cada ciudad tiene organizaciones y fechas con sus escuelas. Entonces, son muchas cosas para coordinar. Pero la respuesta sería: creo que Impulsateens vino para quedarse, lo vamos a seguir haciendo. Vamos a seguir innovando con esta experiencia, tratando de llegar a más chicos, a que más escuelas y más jóvenes se sumen a este concurso, y haciendo crecer la experiencia para ellos, tratando de que cada año sea una mejor y más enriquecedora experiencia.
Los equipos ganadores 2023
1er premio: Equipo Alerta Roja 3, integrado por Dolzani Giovani, Bejarano Lara, Niz Ruth, Arredondo Sol Luna. Escuela de Comercio N° 43, Reconquista. Proyecto: Interpreting. Una aplicación móvil destinada a la traducción y aprendizaje de LSA para toda la comunidad mediante estrategias de gamificación y microblogging accesible en formato video. Se destaca el desarrollo de un modelo de negocios freemium para la viabilidad del sistema. // Son ganadores de 1 vale de $150.000 en Librería IMPULSO para la escuela + Reloj deportivo inteligente con auriculares bluetooth (para cada integrante del equipo).
2do premio: Equipo Yapeyú, integrado por Irrazabal Brian, Aquino Fabricio, Delgado Jerónimo, Núñez Pablo. E.E.T.P N° 634. Proyecto: FundamentAL. Un proyecto de economía circular para el reciclado de virutas de tornería en el contexto de la escuela técnica. // Son ganadores de Parlantes FoxBox (para cada integrante del equipo).
3er premio: Equipo Eureka, integrado por Ortiz Axel Uriel, Suligoy Maidana Sofía Magdalena, Manattini Peart Yara. E.E.T.P. N° 461. Proyecto: Generador hidroeléctrico para los habitantes de la zona ribereña del Paraná y sus brazos. Es un proyecto de economía circular que reemplaza el consumo de combustibles fósiles en generadores convencionales por el aprovechamiento de la corriente de agua en módulos hidroeléctricos sumergibles. // Son ganadores de un Kit gamer Mouse + Pad (para cada integrante del equipo).
Menciones
Primera mención: E.E.T.P Nº 462: Equipo 3 (Salinas Enzo Germán, Romero Niemes Juana, Cainelli Valentina Natali, Novik Bandeo Valentino Nicolas) Proyecto: Desarrollo de un sistema de disposición diferenciada y recolección eficiente de colillas de cigarrillo en un marco de Economía Circular, con el propósito de reciclar tanto el filtro como las cenizas.
Segunda mención: E.E.T.P Nº 462: Bordó 1 (Furrer Agostina, Goya Miqueas, Gomez Selene, Cainelli Tomás). Proyecto: Smart Recycle, un cesto de basura inteligente que permite educar en la disposición diferenciada de residuos dentro de entornos institucionales. El mismo cuenta con sistemas mecánicos y electrónicos que asisten al usuario en la correcta separación de sus desechos.
Tercera mención: E.E.S.O.P.I N° 8206: Los cuatro pensadores (Buyatti Julia, Vieyra Lourdes, Gallotti Martiniano, Raffin Victoria). Proyecto: Equipamiento para el reciclaje doméstico de aguas grises. Es un desarrollo de Economía Circular que se destaca por su intensivo trabajo de campo y un alto nivel de desarrollo alcanzado. El sistema es viable y podría producir un impacto positivo en la región.