Las ventas por las fiestas se ajustaron hacia la baja
Comerciantes estiman que cayeron hasta un 30 por ciento respecto del año anterior. La inflación afecta a todos los rubros y la gente consume menos. El uso de tarjetas se impone y explica el 70 por ciento de las operaciones. Por otra parte, entidades empresarias criticaron el feriado del martes y rechazaron el pago del bono de fin de año.
Gustavo Capeletti
«Se nota una contracción en la demanda, hay una baja del ticket promedio, la gente gasta, pero gasta menos que lo que gastaba tiempo atrás», analizó para Norte24 el propietario de Librerías Impulso, con dos locales del rubro regalería en la ciudad de Reconquista.
Fernando Torterola completó su apreciación sobre el ritmo de las ventas en esta época del año señalando que «antes le regalaba al nieto, al sobrino y demás, ahora únicamente a los hijos».
En tren de trazar una comparación con el año anterior dijo que el rubro «no está tan fuerte como el año pasado, sin embargo, sigue bien. Se nota mucha venta con tarjeta, todo lo que se pueda financiar se financia, en cuotas, sobre todo».
Acerca de los precios de los juguetes admitió que «la inflación impactó, más en los importados que en los nacionales», y tabuló que «el movimiento de gente es similar al del año pasado, pero la gente gasta menos».
En tanto, Fabián Ramseyer, dueño de Librería Colores, reseñó que «con una inflación en juguetes del alrededor del 90 por ciento nuestras ventas para igualar el año pasado tendrían que estar en un 90 por ciento, hasta ahora están en un 75 por ciento».
De todas maneras, al cierre de la edición de Norte 24 el jueves pasado, pidió esperar a «ver qué pasa en estos tres días de ventas que quedan hasta el 24. Porque muchas veces todo eso va moviéndose se acuerdo a las promociones que hay con tarjeta, mucha gente espera para usar la promoción con tarjeta que se está usando y todo el mundo está atento a eso, y para compras más o menos importantes la tiene en cuenta, por los reintegros, por la cantidad de cuotas».
Paralelamente, remarcó en cuanto al movimiento de personas que «está bien, hay mucha gente, mucho movimiento, se trabajó bien todo el mes». «Mi conclusión es que el movimiento es el mismo del año pasado, pero que la gente está gastando un poquito menos por el impacto que tuvo la inflación en los sueldos», refirió.
Consultado por el uso de plásticos, reveló que «es alto, el porcentaje que se vende con tarjeta es del 70 por ciento de la venta, no necesariamente en cuotas, sino que puede ser débito o crédito. Y puede llegar a ser más por las ventas en cuentas corrientes a las empresas».
Sin embargo y amén de la coyuntura actual, valoró que «lo importante, más allá de que la venta bajó un poco, es que la gente venga. Después, hay épocas mejores y peores, en las que la gente tiene más plata para gastar o menos. Esto va cambiando año a año, pero la cantidad de gente se mantiene, hay mucho movimiento».
Inflación del ciento por ciento
Norte24 también relevó el mercado local de vinos. Para conocer el devenir de un producto caro a los sentimientos de los argentinos nada mejor que la consulta a Ricardo Masat, socio gerente de «La Cava Vinoteca», una empresa familiar que con dos locales de venta al público y ocho empleados es líder del sector en la Perla del Norte. «Todo lo del Mundial retrasó un poco el tema de comprar de fin de año, pero en el tema vinos puntualmente el calor no es el amigo, la gente se inclina más por el vino blanco o el espumante, o por la cerveza; estamos teniendo calores muy intensos y la gente escapa del tinto», contó.
Enseguida, evaluó que a nivel empresas y particular todo lo que es regalería «estuvo normal, pudo haber una caída de hasta un 20 por ciento en las ventas respecto de años anteriores».
Luego, ofreció su mirada sobre lo que ocurre en la actividad que gerencia: «Si seguimos la lógica de un ciento por ciento de inflación, estamos entre un 25 y un 30 por ciento por debajo de las ventas del año pasado. O sea, eso si vamos en plata, esto significa que si vamos en cantidad de botellas se está vendiendo igual o un poquito más que el año pasado, lo que ha bajado es el nivel de precios del consumidor, que antes consumía un vino de mil pesos y hoy para igualar ese consumo debe comprar un vino de dos mil pesos, pero está consumiendo un vino de 1.300 pesos. Eso marca la baja de ingreso en pesos».
Consumos ajustados
Para Masat, ello «no es un problema de intencionalidad de la gente de consumir, sino que consume en función de lo que tiene en el bolsillo, ajusta su presupuesto. Lo mismo pasa en la regalería, empresas que el año pasado facturaron 50.000 pesos este año bajaron a 35.000 pesos, llevaron la misma cantidad de cosas, aunque más económicas». «La devastación del bolsillo, la depresión monetaria que hay en el ingreso de la gente lleva a que se gaste en función de los presupuestos que se tiene», diagnosticó.
Por otra parte, especificó que el incremento de los precios tuvo incidencia en las operaciones con Billetera Santa Fe: «El tema de Plus Pagos ha sido uno de los que llevaba la delantera en las compras, pero la depreciarse tanto el límite de comprar es obvio que a la gente se le termina muy rápido, hoy sale de la carnicería y no tiene más crédito. Por eso, los ingresos por Plus Pagos son cada vez menores. Mientras que el ingreso por tarjetas – versus efectivo – se lleva las dos terceras partes de las ventas, y a veces más».
En el final de la entrevista, observó que «no solo pasa esto con las fiestas, sino que se está viendo esta situación desde principios de año, fue generándose la depresión. La gente sigue teniendo la necesidad de consumir, pero baja la calidad de lo que consume».
Para Ricardo Masat, de «La Cava Vinoteca» la baja en las ventas «no es un problema de intencionalidad de la gente de consumir, sino que consume en función de lo que tiene en el bolsillo, ajusta su presupuesto.
«Hay una baja del ticket promedio, la gente gasta, pero gasta menos que lo que gastaba tiempo atrás». Fernando Torterola – Titular de Librerías Impulso.
«El porcentaje que se vende con tarjeta es del 70 por ciento de la venta, no necesariamente en cuotas, sino que puede ser débito o crédito». Fabián Ramseyer – Titular de Librería Colores.
Bono y feriado, un combo indeseado por el comercio
Los centros comerciales de Reconquista y Avellaneda manifestaron preocupación ante la decisión del gobierno nacional de otorgar un bono de $ 24.000 a los trabajadores en relación de dependencia con sueldos de hasta $ 185.000. Con la firma de sus presidentes, Rodrigo Godoy y Milton Raffín, las entidades consignaron que «sin desconocer la necesidad de que los salarios de los trabajadores dejen de perder poder adquisitivo a manos de la inflación, vemos con preocupación que esta medida revela un total desconocimiento de la coyuntura que atraviesa un alto porcentaje de las pymes comerciales y de servicios».
En diciembre se liquidan sueldos, aguinaldos, vacaciones y «si a eso le sumamos el bono, muchas de ellas serán empujadas al borde de la supervivencia», vaticinaron. La posición pública expresada por sendas entidades representativas del sector empresario adhirió a las planteadas por las cámaras empresarias que las nuclean a nivel nacional y provincial, como por ejemplo la Cámara Argentina de Comercio (CAC) que sentenció que la medida «perturba la necesaria planificación empresarial y que, al aplicar el mismo aumento a sectores que registran realidades claramente heterogéneas, provoca múltiples distorsiones».
O, como la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que afirmó: «Nos encantaría afrontar un bono -aclararon- y que nuestros empleados cuenten con ese beneficio, pero no podemos afrontarlo en este momento. Para el sector del comercio y los servicios de las empresas representadas en la CAME, no es un momento en el cual se pueda afrontar el pago de un bono».
«Exigencia arbitraria»
También la Federación de Centros Comerciales de la Provincia de Santa Fe (FECECO) se expidió por el rechazo al bono: «Planteamos que considerando las bajas en las ventas registradas por los comercios en los últimos meses condicionadas por la falta de mercadería y el quiebre de stock por la escasez de insumos para su fabricación y las paradas técnicas por mantenimiento de las plantas industriales, el sector privado no está en condiciones de hacer frente a esta exigencia arbitraria».
Tampoco el feriado decretado por el gobierno nacional cayó bien las instituciones que agrupan al comercio del área metropolitana. En una misiva, el Centro Industrial y Comercial de Avellaneda y el Centro Industrial y Comercial del Litoral Norte mostraron la disconformidad del sector por la medida adoptada, en una semana clave para el comercio, previa a la Navidad, momento de mayor actividad comercial.
«Nuestras instituciones, nuestros asociados y todo el pueblo argentino, celebramos y recibimos con una alegría enorme este título obtenido por la Selección Nacional y, probablemente, será motivo de celebración por muchos años más, pero no podemos dejar de manifestar nuestra más absoluta disconformidad y enojo con la medida adoptada por el presidente de la Nación, en la semana previa a la Navidad, en el momento de mayor actividad comercial, que todos los comerciantes del país aguardan para mejorar sus ventas», fustigaron.
Por último, en el comunicado tildaron a la decisión de «imprudente e irresponsable, que sumado al bono de fin de año (Decreto N° 841/2022), tiene un costo económico importante para la Industria, el comercio y las empresas de servicios que decidan trabajar».