Una multitud
Reconquista honró a su Santa Patrona
Como cada 8 de diciembre, la Iglesia celebra la solemnidad de la Inmaculada Concepción, una fiesta muy sentida a lo largo y a lo ancho del territorio diocesano. El párroco Silvio Orlando Fabbro ofició la misa central, que se celebró tras la tradicional procesión.
La novena de María llegó a su fin el 8 de diciembre, en Reconquista los primeros en salir a la calle fueron los niños con la procesión por las calles de la ciudad, con la carroza en honor a la Virgen confeccionada por ellos mismos.
Cerca de mil niños y niñas de los distintos barrios de la ciudad de Reconquista le dieron un colorido muy espacial a la tradicional caminata infantil en el día de la Inmaculada Concepción de María. Para cerrar esa profunda demostración de fe, con la Santa Misa.
Paralelamente, en diferentes lugares, se celebraron chamameceadas, fiestas populares y misas en homenaje a María y en gratitud al Señor. En el Santuario Mariano de nuestra diócesis se llevó a cabo la chamameceada en homenaje a María. De esta manera, cultura y fe se tomaron de la mano, para celebrar la vida y la redención.
Cuando caía la tarde comenzó la procesión de toda la familia, que partió de la esquina de Rivadavia y Lucas Funes, con una carroza que tenía como figura central a la Inmaculada Concepción, implorando por la paz en el mundo y en nuestro país.
"Hoy, nosotros tenemos que decirle que sí al Evangelio, a la vida, palabras, gestos y sentimientos de Jesús", dijo el cura párroco en un tramo de su homilía. En ese mismo sentido, agregó que esto se logra cuando la persona acepta ser discípulo, “cuando aprendo a renunciar a mí mismo y me decido a seguirlo a él, que no me quita nada, como dice el Papa Benedicto, sino que me lo da todo”, afirmó.
“La Iglesia es la casa de María. Aquí hay un lugar para todos, porque usted es de Dios, es su hijo. Aquí hay un lugar para el que viene todos los días, para aquel que se acerca de vez en cuando, para el que nos quiere y el que no. Para el que piensa distinto. La Iglesia también es para aquel que critica desde afuera, pero no se involucra. No somos perfectos, pero Dios nos llamó y aquí estamos”, señaló el sacerdote Silvio Orlando Fabbro dirigiéndose a la multitud que vitoreó a María.
La noche se cerró con la bendición ecuménica y con el encendido del tradicional árbol de navidad ubicado en la plaza central de Reconquista.