Se prevén importantes precipitaciones para la primavera
Para el segundo semestre del 2023, se pronostican niveles de precipitaciones bastante importantes. La situación plantea alerta, pero no una alarma.
Por Adolfo Espíndola
Tras el paso del fenómeno climático de “La Niña”, que agravó las sequías en buena parte del país, dejando un panorama realmente desolador con pérdidas millonarias, se instala de a poco “El Niño”.
Al respecto, Juan Jose Neiff – ex profesor titular de la UNNE, en la cátedra “Educación para el desarrollo sostenible», investigador principal del Conicet; ex director del CECOAL (Centro De Ecología Aplicada del Litoral); doctor en biología y magíster en ecología acuática continental – expresó que el nordeste se caracteriza por el agua, donde falta o sobra, destacando que, para el segundo semestre de este año, se pronostican grandes precipitaciones.
El profesional sostuvo que “‘La Niña’ estuvo caracterizada por la seca, incendios y todas las consecuencias de una sequía, entrando ahora al fenómeno de ‘El Niño’, que es la cara opuesta debido a que se pronostican niveles de precipitaciones bastante importantes, con un 50% o más, respecto de los valores normales, situación que nos lleva a plantear un alerta, no una alarma, respecto a lo que ha ocurrido en otros momentos con ‘El Niño’, donde en lugares planos como Reconquista y buena parte de las provincias de Santa Fe, Chaco y Corrientes, son lugares anegables y esto puede traer situaciones de emergencia como en los años 1982, 83, 92. 95. 97, 98”.
Agregó que, aparentemente, “El Niño” está instalado a partir de abril y los centros de pronóstico, que están en el hemisferio norte, como ser la Universidad de Columbia y la Administración del mar y la Atmósfera (NOA), vaticinan que para el mes de julio estaría golpeando ese fenómeno, con un margen de probabilidades del 62 al 65 %; y para el verano, empezando en el mes de octubre, la presencia de “El Niño”, en términos porcentuales, sería de un 92 a 94 %, lo cual es un bastante alto.
En consonancia, Neiff manifestó que se plantea un problema y tiene que ver con el tiempo de duración que tendrá este fenómeno, como así también el cálculo de la intensidad con la que se dará
Panorama
El doctor en biología manifestó que “hoy, el río volvió a bajar, con fluctuaciones importantes en los niveles hidrométricos. Las alertas de bajantes o crecidas prolongadas deben interpelar a toda la sociedad para tomar medidas que mitiguen tales circunstancias, dado que – ante situaciones extremas – los niveles de respuestas son superados, con las consecuencias ya conocidas (rutas y calles inundadas, problemas para concurrir al trabajo, la escuela, etc)”.
En la misma línea, explicó que “esto pasa porque estos acontecimientos como el caso de la sequía, que en los últimos 200 años no tenía precedente, son de muy baja frecuencia y la gente no está preparada para eso. Así fue que en los incendios no estaban los brigadistas, faltaba agua o no estaban preparados para eso, realidad que nos llevó a aprender, dejando como escuela una experiencia muy dura, que primero castigó”.
Respecto a qué importancia tiene el fenómeno del cambio climático, manifestó: “Cambio climático siempre hubo, desde que la tierra tiene atmósfera, está en constante cambio. Ahora el cambio climático está relacionado con el aumento de los gases de efecto invernadero, el dióxido de carbono y el metano, si bien es cierto que tienen alguna influencia, no son la causa de los fenómenos excepcionales, porque éstas secas e inundaciones se dan desde el comienzo de las sociedades”.
“Eventos que no han cambiado a partir del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, es un problema que se da por la cantidad variable de radiación que entrega el sol. Hay períodos en que el sol entrega más radiación y otros en que entrega menos, porque están las denominadas manchas solares, que son zonas de menor radiación. Por lo que, cuando estamos de cara a las manchas solares, éstas entregan menor radiación y cuando se está en sol pleno, que es la situación actual, nos dirigimos a un máximo solar y esa cantidad de radiación se traduce en mayor calentamiento del mar, en los primeros 100 metros desde la superficie hacia la profundidad, al haber mayor calentamiento del agua, hay mayor evaporación y los vientos alisios (soplan en Sudamérica, en la zona ecuatorial), traen más humedad al continente, traduciéndose en más lluvias”, culminó Neiff.
“El problema que se plantea es el tiempo de duración del fenómeno. Si bien suele durar entre seis u ocho meses, suele pasar como en los años 1982-1983 que duró dos años. Otra cosa que no se puede estimar, calcular, es la intensidad que va a tener el evento”, subrayó Neiff