Se volvió viral el video de una mujer en silla de ruedas que se paró y bailó en un festival
El llamativo episodio se produjo en un multitudinario espectáculo de música popular en Reconquista.
Durante el fin de semana, el Primer Festival del Jaaukanigás convocó a decenas de miles de personas en una fiesta en la reinó la música del río y su gente, con paseos gastronómicos y de artesanos para todos los gustos.
En el evento multitudinario, que fue cerrado con una actuación memorable por Los Nocheros, aconteció un suceso que llamó la atención de todos quienes estaban presentes en el encuentro festivalero, y que quedó registrado en un video filmado con un celular.
Una mujer que se encontraba entre el público, de pronto dejó la silla de ruedas en la que estaba sentada, se paró y su puso a bailar al ritmo de la contagiosa música del litoral, un chamamé, que interpretaba un grupo típico sobre el escenario montado en el Anfiteatro Municipal.
Quien estaba en la fila posterior filmaba el show y sin querer inmortalizó el momento con su dispositivo móvil, lo compartió con alguien de su confianza, y, a las pocas horas, las imágenes se viralizaron por WhatsApp y también, más tarde, en redes sociales.
Rápidamente, los comentarios se multiplicaron, siempre dentro del respeto: «El Festival del Jaaukanigás hace milagros…», posteó alguien, mientras que otro internauta bromeó sobre que los organizadores «¡van a ser beatificados!».
Lo cierto fue quel video comenzó a circular a la velocidad de un rayo y ante la novedad un usuario aclaró que «es la mujer de un pastor, que no tiene problemas para pararse, aunque sí para trasladarse», con lo cual quedó aclarado el misterio.
Debido a la repercusión alcanzada, el usuario posteriormente bajó la publicación de su muro y aclaró que no «fue con mala intención», aunque sin lugar a dudas el hecho fue realmente llamativo.
El Primer Festival del Jaaukanigás fue organizado por el municipio local con un éxito total y ya está comprometida la segunda edición para enero de 2014. En esta ocasión inaugural, el obispo diocesano Ángel José Macín fue el encargado de abrir la ronda de espectáculos y de brindar, guitarra en mano, la bendición religiosa.