La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, estuvo este miércoles en Rosario para inaugurar el nuevo tomógrafo para el Hospital Centenario, junto a su par provincial, Sonia Martorano. En la ocasión, la funcionaria nacional habló con la prensa sobre el brote de dengue y se mostró cauta con relación a las expectativas generadas en torno a una vacuna para hacerle frente.
«Ahora hay una vacuna que está avanzando en el registro y en el análisis por entidades regulatorias; ya se aprobó en Europa, en algunos países del sudeste asiático, y hace muy poco en Brasil. Se está estudiando en Anmat, pero es una vacuna que no controla brotes. Es muy importante eso, no es para este escenario», aclaró Vizzotti.
Se trata de Qdenga, de la empresa japonesa Takeda, un suero tetravalente que se aprobó hace un mes en Brasil y que podría seguir el mismo camino en la Argentina en un futuro próximo, ya que está siendo analizada por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).
La funcionaria mencionó que «es fundamental la consulta precoz porque muchas veces se subestiman los síntomas». Y añadió: «Si tengo fiebre o dolor abdominal o dolor muscular, se debe consultar lo más rápido posible para evaluar el riesgo, poder tomar medidas y disminuir los contagios».
-¿Pudo haber pasado que se relajaron las políticas o la comunicación con respecto a lo que debe hacer cada uno en su casa?, le consultaron los periodistas rosarinos.
-No, ninguna de las dos cosas, la verdad que el trabajo se hace absolutamente igual todos los años, cuando aumenta el número de casos. Lo que se hace sobre todo es reforzar todas las medidas de información, prevención y atención. Lanzamos en octubre la campaña nacional de control del vector en Iguazú, a nivel nacional, y se trabaja en todas las áreas y en todos los niveles: nación, provincia y municipio.
-¿Y cómo responde el sistema sanitario frente a este brote?
-Con un esfuerzo grande después de la pandemia, pero con un sistema de salud fortalecido, con equipos de salud nacionales, provinciales y municipales que ya se conocen muchísimo. Se ponen en marcha inmediatamente las redes que se generaron en la pandemia, para avanzar en lo que es el descacharrado, las medidas de terreno. Ahí contábamos también que el equipo que estaba en territorio, vacunando e hisopando en la pandemia, ahora está en terreno, generando las medidas de control de dengue. Es un equipo de salud que sigue dando respuestas después de la pandemia, de la viruela símica, de las hepatitis fulminantes, después de la gripe aviar, del brote que hubo de legionella en Tucumán.
-¿Por qué se hace este brote, ministra?
-Hay periódicamente brotes cada tres o cuatro años. El último que habíamos tenido nosotros fue en 2020, el anterior en 2016, y eso es el ciclo característico del dengue, que es una enfermedad vectorial que se transmite a través de un mosquito y que sucede fundamentalmente en las provincias de la mitad del país para arriba, que tienen ese vector. Y que cuando llega alguien con dengue, al estar el vector, puede suceder (un brote). Esa es la epidemiología, la dinámica habitual del dengue; estamos cursando el brote habitual. Lo que también vemos es que los brotes, año tras año, superan al anterior. Estamos ya en el mismo número de casos que en 2020, y pensamos que vamos a tener una cifra más alta todavía.